Después de dos meses de gimnasios cerrados, muchos de nosotros perdimos el hábito de ir a entrenar, además de nuestro estado físico. Les compartimos seis consejos de Sirin Kale1, escritora en The Guardian, para recuperar nuestro ritmo y motivación.
- No tengas vergüenza
Mucha gente se siente intimidada al entrar al gimnasio por primera vez, quizás nerviosos de que se vayan a reír de ellos por no estar en forma o no poder realizar todos los ejercicios. La realidad es que la gran mayoría de la gente está concentrada en lo que están haciendo y no en los demás. Lo importante es adueñarse de ese espacio: si lográs ir una o dos semanas seguidas, los sentimientos de incomodidad desaparecerán y el gimnasio se convertirá en un espacio propio.
- Encontrá tu incentivo personal
Si no te gusta hacer ejercicio, vas a tener un trabajo extra para lograr ir a entrenar. Pero si encontrás una razón que te motive, va a ser más fácil. Pueden ser varias: tener mejor salud, ser un buen ejemplo para tus hijos, comprometerse con alguien para ir juntos… Una vez que encuentres esa razón, ponerse los championes va a ser muy sencillo.
- No exageres
No se puede arrancar a entrenar ignorando que hace mucho no hacés nada. Primero, es descorazonador: si levantabas cuarenta kilos y ahora sólo levantás veinte, no te vas a sentir bien contigo mismo. Además, aumenta el riesgo de lesiones que te pueden mantener más tiempo afuera de las canchas. La vuelta a tu ritmo tiene que ser de a poco. ¿Quién te corre?
- Encontrá algo que te guste
Si hay algún tipo de actividad que no te gusta, no la hagas. No te va a ayudar con tu motivación. Si no te gusta hacer ejercicio, encontrá algo que al menos no rechaces y arrancá por ahí. De a poco, tu confianza va a aumentar y te vas a sentir preparado para probar otras cosas. En Paselibre tenés la opción de cientos de actividades, podés probar hasta encontrar una que sea adecuada para ti.
- Medí tu progreso
Si empezaste haciendo diez repeticiones y con el tiempo lográs hacer veinte, te vas a sentir mucho más motivado a seguir entrenando para poder llegar a hacer treinta. Al visualizar tu mejoría, aumentan tu confianza y tus ganas de entrenar.
- Sé consistente y amable contigo mismo
Es mejor hacer unas pocas clases a la semana que agendarte los siete días y luego no cumplir. La consistencia es clave para mantener la motivación en alto, pero es importante ser realista para ser consistente. Además, es importante que seas paciente contigo mismo. No tenés que compararte negativamente con cuando estabas más entrenado o con otros. Tenés que enfocarte en lo que vas a hacer ahora para mejorar tu estado físico.
¿No te encanta ese sentimiento de superación cuando terminás un entrenamiento? ¡Activá tu suscripción y arrancá!